Agresividad en gatos: ¿Cuándo la agresión en los gatos durante el juego cruza el límite?

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Como amante de los gatos, has visto cómo algunos agreden al jugar, y tienes arañazos que lo demuestran. Sin embargo, puede que a veces te preguntes si tu gato es demasiado agresivo.

Los gatos pueden parecer agresivos cuando juegan. Al fin y al cabo, utilizan sus dientes y garras para jugar con sus juguetes y compañeros de juego.  A veces, aunque tu gato no quiera hacer ningún daño, un juego que parecía divertido puede volverse peligroso. Aprende a identificar los distintos tipos de agresividad en los gatos y cómo evitar que sus afiladas garras te causen lesiones.

¿Cómo juegan los gatos?

Los gatitos aprenden mucho sobre cómo interactuar con el mundo, con otros gatos y con las personas a través del juego. También juegan para desarrollar habilidades necesarias durante la edad adulta, como cazar. La actividad mantiene en forma a los gatos de todas las edades, y el juego alivia el estrés y canaliza su energía.

Los gatitos empiezan a jugar con objetos, con las personas y con otros gatos a partir de las cuatro semanas de edad. Estas son algunas de sus formas más comunes de jugar:

  • Acecho: Los gatos acechan en escondites y se agachan cerca del suelo, listos para saltar y tenderte una emboscada. Suelen apoyarse en sus patas traseras para dar el salto.

  • Salto: Los gatos saltan hacia adelante para atrapar objetos (o tus dedos) con las patas delanteras. Pueden caer sobre un lado, agarrando su juguete con las patas delanteras y golpeándolo con las traseras para controlarlo.

  • Arrastrar y tomar objetos con las patas: Los agujeros les incitan a explorar con sus patas para descubrir tesoros ocultos. Los gatos también desafían a la gravedad con sus patas para tirar objetos de la mesa.

  • Caminar con sigilo: Su pelo se eriza y la cola se enrosca hacia abajo en señal de miedo o ataque. Echan las orejas hacia atrás, arquean la espalda y se acercan de lado a personas, mascotas o juguetes.

  • Jugar a pelear: Los gatos se persiguen, pelean y muerden controlando sus garras y dientes.

El juego social alcanza su punto culminante alrededor de los tres meses, y luego es reemplazado por el juego con objetos. Los gatos de cuatro a nueve meses prefieren juegos que simulen la caza. Los gatos adultos siguen jugando, pero normalmente con menos intensidad.

¿Mi gato es agresivo?

Agresividad en gatos Hill’s Pet Chile

Los perros emiten sonidos durante el juego, pero los gatos permanecen en silencio, por lo que cualquier sonido que emitan puede indicar que su juego está cruzando los límites. Un juego más brusco no tiene por qué ser un problema mientras los gatos estén en silencio.

Para identificar la agresividad en gatos, debes observar uno o varios de los siguientes comportamientos:

  • Golpear sin retraer las garras.

  • Orejas muy aplanadas.

  • Espalda arqueada y patas rígidas.

  • Pelo y cola erizados.

También podrás percibir sonidos agresivos, como:

  • Escupir para mostrar sorpresa.

  • Siseo: suele ser una expresión de miedo y defensa.

  • Gruñido: la advertencia de un ataque inminente.

Presta atención a los sonidos felinos para determinar cuándo el juego ha cruzado los límites y prepárate para intervenir y retirar o distraer a uno o ambos gatos.

Tipos de agresividad

Según Experto Animal, los gatos no son agresivos por naturaleza. La agresividad es una forma de comunicarse y expresar lo que sienten. Las razones más comunes son:

  • Defensa del territorio: Los gatos pueden agredir a animales o personas que invadan su espacio. Alcanzan la madurez social entre los dos y los cuatro años, y pueden empezar a sentirse lo suficientemente seguros como para exigir los recursos que necesitan, incluso si antes se llevaban bien con otros gatos. También defenderán su territorio principal de los gatos que no conozcan.

  • Agresividad redirigida: Esto es común cuando un gato ve a un invasor en el exterior y es incapaz de alcanzarlo. Puede acabar redirigiendo esta agresividad hacia ti o hacia otros gatos de la casa que se acerquen a él cuando se encuentra en este estado tan emocional.

  • Agresividad por miedo: Si tu gato no quiere que lo toques, puede sentir miedo o irritación, y es posible que te muerda para que lo dejes tranquilo. Esto puede ocurrir cuando se siente amenazado o demasiado estimulado, tal vez porque se le acaricia demasiado, se le sujeta, se le levanta o se le obliga a adoptar posiciones que no desea.

  • Dolor o enfermedad: Un gato que no se encuentra bien o siente dolor puede atacar en un intento de protegerse o por la propia molestia. Pide una cita con tu veterinario para que tu gato vuelva a estar tan sano, amable y feliz como siempre.

Como gestionar la agresividad de mi gato

Cómo gestionar la agresividad en gatos

Independientemente del motivo, debes saber cómo tratar a tu gato cuando muestra un comportamiento agresivo.

Los gatitos descubren comportamientos sociales relevantes, como la fuerza con la que pueden morder y arañar, mientras juegan con sus compañeros de camada. Para reducir el riesgo de que la agresividad de su juego sea excesiva y demasiado frecuente, te recomendamos que solo adoptes gatitos de ocho o más semanas. Adoptar dos gatitos juntos puede ayudar a que ambos aprendan hasta dónde morder y arañar. Un gato adulto acostumbrado a relacionarse también puede mostrar cuáles son los límites adecuados a los gatos más jóvenes.

Cuando juegues con tu gato, evita utilizar las manos o los pies como juguetes. Lánzale un juguete o utiliza señuelos de caña de pescar para redirigir su energía y conseguir que deje de morder. Si el juego se vuelve brusco, haz una pausa de un par de minutos para que tu mascota se calme e intenta redirigir su atención haciendo sonar el recipiente del alimento.

Mis animales recomienda no corregirlos directamente, ya que esto puede incrementar la ansiedad y la frustración de los gatos y volverlos más agresivos. En vez de eso, intenta llamar la atención de tu mascota con la boca o chasqueando la lengua. Esto detendrá su comportamiento para que puedas redirigir su atención a objetivos más apropiados. Otras opciones rápidas son:

  • Evitar el contacto visual prolongado, ya que los gatos pueden percibirlo como una amenaza.

  • Observar el lenguaje corporal de tu gato y prestar atención a las señales que advierten de un ataque inminente. Dejar de acariciarlo en cuanto detectes cualquier señal de que no está cómodo. Concentrarte en tu respiración para mantener la calma y esperar a que se relaje. Aléjalo de muebles, escaleras, pasillos con juguetes o premios para que pueda calmarse.

  • Cuando los gatos no se lleven bien, utiliza un espray de feromonas u otros productos calmantes que alivien la tensión. Genera abundancia en tu hogar con muchos juguetes, zonas de alimento, árboles y otras herramientas, y repártelos en la medida de lo posible para reducir los conflictos.

  • Detener a las mascotas cuando hagan ruido al jugar, ya que esto puede ser señal de agresividad. Si los gatos siguen peleándose, sepáralos durante al menos 24 horas.

  • Los gatos que te sangran arañan y te asustan o asustan a otras mascotas requieren una intervención profesional. Pide ayuda a un veterinario especializado en el comportamiento de los animales. Entender y controlar la causa de la agresividad puede evitar problemas y conseguir que tu gato y tú vuelvan a vivir juntos en armonía.

Contributor Bio

Amy Shojai, CABC

Amy Shojai, CABC

Amy Shojai, CABC es especialista certificada en comportamiento animal y una conocida autoridad nacional de comportamiento y cuidado de mascotas. Comenzó su carrera como técnica veterinaria, y es una galardonada autora de más de 35 libros sobre mascotas. Revisado por la Dr. Aileen Pypers, BSc, BVSc, PGDip

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